martes, abril 23, 2024

Los Galgos

 Los Galgos, el primer bar notable que cumple 94 años y que visitaba Luca Prodan: hoy combina tradición y calidad gastronómica

Restaurado en 2015, el clásico café porteño que supo recibir a artistas y políticos por casi un siglo, apuesta por ofrecer platos de calidad mientras mantiene su identidad de cafetería clásica y accesible.

Los Galgos es uno de los bares notables más conocidos y frecuentados de la escena porteña. Ubicado en la esquina de Lavalle y Callao, muy próximo a los teatros y librerías de la calle Corrientes, se destaca por ofrecer una carta elaborada a la vez que mantiene su identidad de café porteño. Recientemente el bar cumplió 94 años y decidieron festejarlo modestamente debido a la situación que está atravesando el país.

Sus inicios se remontan al año 1930, cuando fue fundado por una familia de inmigrantes asturianos. En la década del 40 pasó a estar en manos de la familia Ramos, hasta 2015 cuando, al morir el último de los hermanos, el bar cerró. A fines de ese año Julián Díaz, un gastronómico amante de los bares notables, luego de varios meses de obra, lo reabrió con una propuesta aggiornada, pero manteniendo el estilo y la tradición.

Por allí pasaron referentes de la política y la cultura como Arturo Frondizi, Enrique Santos Discépolo, Aníbal Troilo y Luca Prodan. Hoy en día continúa recibiendo a referentes políticos, ídolos de la música popular y personajes de la cultura.

La historia

Los Galgos abrió sus puertas por primera vez el 27 de marzo de 1930. En aquel entonces, este tipo de locales se construían a imagen y semejanza de los bares madrileños y muchos materiales, como la boiserie, se importaban de Europa.  

Desde el comienzo, el bar recibió el nombre de “Los Galgos” debido a que el dueño original era fanático de las carreras de galgos, una raza de perros que, en esa época, estaba muy ligada a las clases altas y la aristocracia porteña.

Luego, en los largos años entre la década del 40 y el año 2015, el local estuvo en manos de la familia Ramos. “Ellos fueron muy queridos en el barrio y fueron muy activos en la conformación de los bares notables durante la década del 90, cuando había una sed de modernización y muchos bares cerraban para transformarse en cadenas”, dice Julián Díaz, actual dueño del lugar.

Los Galgos fue uno de los primeros en ser declarado “Bar notable de la Ciudad de Buenos Aires” en 1998 y también lleva el sello de “sitio de Interés Cultural” declarado por la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Nota aquí.






Antonio de Pinto, Marta de la Aldea & Antonio Toledo

 


Ferran Exceso


 

Luis García Montero

 Las culturas

El pensamiento reaccionario necesita la ilustración para conducir a sus rebaños. Por eso desplaza el concepto hacia el entretenimiento.

Durante el tiempo difícil de la pandemia, se repitió mucho el elogio de la cultura que se colaba en nuestras casas para entretener el confinamiento. Quedarse encerrados suponía la obligación de rellenar con nata las horas más largas. Tienen buenas intenciones los que usan este tipo de argumentos para pedir más atención presupuestaria a la cultura. El pensamiento reaccionario denuncia siempre el pesebrismo de las inversiones culturales. Pero se trata de una de sus trampas, porque sabe bien que la cultura no es de izquierdas por naturaleza. La cultura está en todo, en las miradas que apoyan un pensamiento crítico o en las costumbres mentales que favorecen sin escándalo social la destrucción de la sanidad y la educación públicas. El pensamiento reaccionario necesita la cultura para conducir a sus rebaños. Por eso desplaza el concepto de cultura hacia el entretenimiento.

Celebro el Día del Libro con una confesión: no necesité que me entretuvieran durante la pandemia. Me gusta quedarme en casa, leer, oír música, ver una película. Pero siento que me pierdo algo muy serio cuando no puedo salir al teatro o al cine, algo relacionado con el valor que para mí tiene la lectura. Hace poco, pude ver en La Abadía una obra de Juan Mayorga, La colección, con Ana Marzoa y Pepe Sacristán en el escenario. La manera de juntarnos con nosotros mismos a lo largo de la vida merece una buena conversación sobre nuestras cosas. Pude ver también en un cine la última película de Benito Zambrano, El salto. No hace falta una catástrofe para conmovernos. Basta la normalidad injusta de un sistema tan inhumano como el nuestro. Nota aquí.



David Tagger & León Gieco

 

Javier Batanero


 

Ramón Serrano

 SANT JORDI 2024

Hoy el sol ha venido a saludarnos
en sus manos un libro y una rosa
las acacias sonríen ufanas
hay letras esparcidas por el Parque
bailan en corro
forman sílabas y palabras
el dulce vibrar de la música hablada
pétalos navegan por el aire
y bajan como un torrente hasta las Ramblas.
FELIZ DÍA DEL LIBRO





Chano Charpentier

 

Luis Pastor, Uxía & Joao Alfonso


 

El Canto del Loco

 El abrupto final de El Canto del Loco y la trascendencia de su música: “Fue injusto que se les denostara”

Detrás de los ocho WiZink que ha vendido Dani Martín, líder del grupo madrileño, existe una reivindicación de una música descarada y juvenil que en su tiempo algunos despreciaron y que hoy es vista con otros ojos.

El final de un grupo siempre resulta áspero. Después de más de medio siglo de música pop y rock hemos aprendido que quizá la causa principal sea la ambición para emprender una carrera en solitario de su cantante. En El Canto del Loco también late esta necesidad, pero existen situaciones particulares que confieren a la disolución del grupo madrileño un tono dramático: un compromiso de gira con un gran banco que saltó por los aires, la enemistad insoportable con el manager (que finalmente acabó en la cárcel) y una muerte. El pop descarado y juvenil de El Canto del Loco reinó en la música española en la primera década de los dos mil (de 2000 a 2010). Luego, su cantante, Dani Martín, ha mantenido el nivel de popularidad (quizá incluso lo ha elevado) hasta hoy. Hace unas semanas, Martín (Madrid, 47 años) consiguió algo insólito en la música española: vendió todas las entradas en unas pocas horas para ocho conciertos en 2025 en el WiZink Center madrileño, local que funciona como termómetro de popularidad. 140.000 boletos. Sin duda, uno de los reclamos es que el cantante celebra los 25 años del primer disco de su exgrupo, titulado El Canto del Loco (2000). La perspectiva de que Martín rescate en los recitales una nutrida selección de temas de El Canto del Loco ha sido uno de los alicientes para que el público compre ansiosamente tíquets. Pero ¿qué supuso esta banda en la música española?, ¿fue su propuesta relevante?, ¿han pasado sus discos la prueba del tiempo?

“En su momento fueron denostados por varios sectores, pero yo los escucho hoy y tienen su interés”, responde Miguel Ángel Bargueño, autor de libros como Enrique Urquijo. Adiós tristeza y director de La Revista 40 en la época de esplendor de El Canto del Loco. “Cogieron la onda de Offspring y Green Day, punk-rock comercial, y le dieron un toque español mezclado con un punto castizo, incluso tirando a Los Rodríguez. Hacían una música pintoresca y diferente. Entre eso y unas letras que no eran sesudas, pero conectaban con la gente joven, se hicieron un hueco grande”, añade Bargueño. En los primeros 2000 la música española vivía atomizada. Recordemos que en 2001 nació Operación Triunfo, con los David (Bisbal y Bustamante), Chenoa o Rosa López. Ya entrada la década, el indie vivió su segunda oleada con bandas como Lori Meyers o Vetusta Morla, sin haber desaparecido la primera (Los Planetas, La Habitación Roja): todos copaban los carteles de los principales festivales. En el bando rockero, Extremoduro y Fitipaldis llenaban plazas de toros. Nota aquí.





Enrique Bunbury

 


Rubén Martínez

 


Idígoras y Pachi


 

lunes, abril 22, 2024

Quique González

 25 años de Quique González. El biógrafo de nuestras vidas

El artista madrileño cerró su exitosa gira celebrando sus 25 años en la música, con un fabuloso concierto en la sala La Riviera de Madrid, donde el álbum Daiquiri Blues fue el protagonista, pero no dejaron de sonar clásicos de su extensa carrera

Cerramos una semana de conciertos extraordinariamente productiva, con un nuevo aniversario, y esta vez de los buenos. Si el jueves fue el turno de Ángel Stanich como auténtico heredero en vida, el sábado tocaba disfrutar de uno de los progenitores y mejores cantautores de pop rock de su generación: Quique Gonzalez.

Poco queda por hablar del bueno de Quique y su longeva carrera, que a algunos se nos ha pasado volando desde que escucháramos sus discos, o alguna que otra canción suelta a principios de siglo, hasta localizarlo finalmente en el radar con sobresalientes trabajos como Salitre 48 (2001), Kamikazes enamorados (2003), o el directo de Ajuste de cuentas (2006) que sirvió cono empujón definitivo para su consagración entre el gran público.

Esta breve y confortable cronología de los inicios de su carrera nada tiene que ver con la historia que el mismo artista podría contarnos si nos remontamos a aquellos tiempos de pelear a la contra, firmar y ser maltratado por una multinacional; girar por pequeños recintos de todo el país en solitario para ahorrarse pagar al resto de su banda, o muchas otras penurias que han hecho de su éxito profesional, sumado a su humildad y cuidado de su fiel público, una de las historias más genuinas del rock patrio.

Lo que queda tras la elipsis gigantesca entre los primeros años de su carrera y la actualidad, en los que ha llegado a grabar hasta 11 discos de estudio, es un respeto absoluto y merecido por su carrera, sustentado en extensas giras por todos y cada uno de los rincones de nuestra geografía, repitiendo llenos en cada una de las ciudades, y culminándolas en la mayoría de los casos en su ciudad natal, Madrid. En este caso con dos Rivieras consecutivas absolutamente abarrotadas.

La fórmula elegida para este tour es cuanto menos original. Al no celebrar el cumpleaños de ningún disco en concreto y sí de su carrera en general, Quique avisó antes de comenzar los conciertos en salas y teatros que cada noche habría un disco protagonista que interpretaría de manera íntegra, con una segunda parte para todos los paladares, que repasaría el cancionero del resto de sus trabajos.

La fantástica banda del compositor madrileño ha llegado a ensayar y conocer al milímetro un total de 100 canciones que han ido interpretando a lo largo de la gira, siendo Daiquiri blues (2009) el disco elegido para el cierre de gira.

Y he aquí otro de los aspectos más llamativos a tener en cuenta de la carrera de González y que se ha plasmado durante toda esta gira: ¿Qué ocurre si te toca un disco que no te emociona en el concierto que has elegido para acudir?

Lo cierto es que es una pregunta con trampa, ya que a pesar de los cambios sustanciales en su sonido, dentro de un género muy cercano al de cantautor de guitarras, es difícil encontrar a fieles que no gusten de determinados discos y sí adoren otros; no niego que cada cual tenga sus favoritos, pero para la mayoría de su público, las canciones de Quique llevan tanto tiempo a su lado, que se han convertido en una suerte de diario personal -e intransferible-. Nota aquí.



Félix Maraña


 

Indio Solari

 


Rodolfo Serrano e Ismael Serrano

 Ismael nos cuenta por Facebook 

Llega la segunda parte de “Vallecas los años del barro”. 

Este martes 23 de abril a las 19:30 presentamos este nuevo tomo en el Ateneo Republicano de Vallecas. 

Conversaremos con el autor, cantaremos alguna canción y celebraremos la vida y la memoria. 

Vallecas siempre en el corazón.




Hilda Lizarazu & Lito Vitale

 

Rafa Mora

 OBSOLESCENCIA PROGRAMADA

El amor caduca, claro.
Si no fuese así, ¿qué sería del mundo?
No podría calibrar su intenso color.
No acertaríamos a hilvanar, con mejor precisión, su delicado hilo.
Retrasaríamos su extinción.
Por pena, por miedo, por vergüenza. Sin respeto.
Y entonces no evolucionaría y quedaría estancado en un fango profundo y peligroso.
El amor, caduca,
a pesar de los esfuerzos.
Necesita del desamor para ensanchar sus fronteras.
Para equilibrarse.
Para escribirse, de nuevo, con mejor caligrafía.
Con renovada mirada.
Aterra.
Pero caduca,
y cuanto antes se asuma, más fácil será emprender, una vez más,
su caprichoso vuelo.



Depedro

 


Carlos Edmundo de Ory

 


Benditos Malditos


 

El Roto


 

Szoka


 

domingo, abril 21, 2024

Joaquín Carbonell, Eduardo Paz & José Antonio Labordeta


Juan Fernández Fernández


 

Rodolfo Serrano

 Nostalgia

El tiempo es ancho y frio.
En el silencio,
muy lejanos, los ecos de otros días.
Un destello fugaz del amor fiero,
cuando el mundo era eterno y luminoso.
Pasa ya todo lento,
las horas y los sueños.
En la tarde,
como un vuelo de pájaros sin nido,
está mi corazón cansado. Duermen,
ya en el ayer, las voces y sus ecos.
La nostalgia se viste de tristeza.
Tanto y tanto recuerdo para nada.
Las manos que me amaron,
esos labios
que me abrieron las puertas de la noche.
El calor de otra piel de madrugadas.
La palabra de amor que nunca dije.
¿Habrá una voz distinta que me llame
cuando la oscuridad, misericorde,
me oculte de los ángeles?
¿La nada?
¿O, tal vez,
el perfume de tus pasos
me vista con el traje del olvido?
Mas ahora te convoco,
niña perdida. Ahora.
En este instante frío,
cuando ya solo tengo la añoranza
de los años de gloria,
cuando solo
tengo de ti, como un aliento suave,
el recuerdo perdido de la noche
en que lloraste por mi
sin yo saberlo.
Te convoco, mi amor, aunque yo nunca
fuera tu amor.
Y te haya amado siempre.
(La nostalgia
es el único consuelo del vencido)

Marwán & Muerdo

 


Volad Canciones, Volad


 

Federico García Lorca

 Soneto de la dulce queja

Tengo miedo a perder la maravilla
de tus ojos de estatua, y el acento
que de noche me pone en la mejilla
la solitaria rosa de tu aliento.
Tengo pena de ser en esta orilla
tronco sin ramas; y lo que más siento
es no tener la flor, pulpa o arcilla,
para el gusano de mi sufrimiento.
Si tú eres el tesoro oculto mío,
si eres mi cruz y mi dolor mojado,
si soy el perro de tu señorío,
no me dejes perder lo que he ganado
y decora las aguas de tu río
con hojas de mi otoño enajenado.



Imanol Arias

 

Luis García Montero


 

Rafa Mora & Moncho Otero

 Juan Miguel nos cuenta en su Blog 

¡VOLAD CANCIONES VOLAD! -MONCHO OTERO I RAFA MORA- AL HARLEM, A BARCELONA, DINS EL BARNASANTS (20/04/2024)

¡VOLAD CANCIONES, VOLAD! es el imprescindible libro de Fernando G. Lucini a partir del que se monta este magnífico espectáculo de Moncho y de Rafa.













El Roto


 

sábado, abril 20, 2024

Hilda Lizarazu

 


Félix Maraña

 Joaquín nos cuenta por Facebook.

ATENEO DE MADRID.
25 de Abril / 19:00
Hay eventos que sueñan. Imperdibles.
Este es uno de ellos.
Félix Maraña lo ha hecho posible.
En ese cartel hay reflejos y destellos.
Canta la poesía. Reencuentro.
Necesito pellizcarme para creerlo.
Estar ese día cantando al lado de Amancio Prada e Ismael Peña es un regalo inmenso.
Escuchar a Miguel Losada, Valentín Martín , José Antonio Expòsito, Soledad Serrano, Enrique Gracia Trinidad y Charo Fierro… un atril de sentimientos.
Gracias querido Félix.
¡Menudos árboles tiene ese bosque!
Tú libro es extraordinario.
Me siento muy agradecido.
Como un chavalillo pequeño.
No se lo digas a nadie.
Tiemblo y deseo.
Me pellizcaré de nuevo.



Felipe Benítez Reyes


 

El Momo & Kase.O

 

Víctor Lemes


 

Volad Canciones, Volad

 Fernando nos cuenta por Facebook.

¡SORPRESA Y ENORME ALEGRÍA!: EL LIBRO “VOLAD CANCIONES, VOLAD” EN EL PROGRAMA “LA HORA AZUL” DE RNE CLÁSICA.
El pasado martes día 16 me sorprendió, gozosa e inesperadamente, la audición del programa de radio “La hora azul” de RNE Clásica, que dirigen Jon Bandrés y Lidia Cossio, dedicado íntegramente al libro “VOLAD CANCIONES, VOLAD”; un magnífico programa que en esta ocasión contó con la colaboración de Blanca Gutiérrez.
Aparte del gozo que me produce el que durante una hora hablaran deL libro –y gratificantemente bien– lo que más me gustó es que Blanca dio con dos de las “coordenadas esenciales” de mi nueva publicación. Por una parte, la presencia de la música popular, o de los cantautores, en la musicalización de la poesía y, a la vez, la de grandes compositores clásicos que también lo hicieron como Enrique Fernández Arbós, Antón García Abril, Frederic Mompou, Salvador Bacarisse y muchos otros de muy diferentes países.
La segunda coordenada es mi intención, mi interés y mi necesidad de proyectar en el libro y en las trece canciones que lo componen, el valor vital de la ESPERANZA… Aquello de “¡Dejadme la esperanza!”, de Miguel Hernández, es y será siempre para mi una súplica y un deseo irrenunciable por el que nunca dejaré de luchar.
También me ha encantado y me ha emocionado escuchar en el programa "La hora qzul" al querido Labordeta cantando sus “Nanas de la cebolla” compuestas y cantadas en 1969 en la Akademiska Föreningen de Lund, Suecia.
Si tenéis tiempo, y aunque sea un poco largo –dura una hora– os recomiendo escuchar este programa de radio. Creo que es hermoso y relajarte.
En el enlace para escuchar el “podcast” de RNE es el siguiente: